Caso Peanuts Corporation of America: ¿Está auditando a
sus proveedores para evitar un potencial problema de contaminación en sus
productos?
Continuando con la serie de notas relacionadas con
sistemas de calidad, hacemos un paréntesis para reflexionar sobre las
consecuencias de un sistema de auditorías inconsistente hacia los proveedores
de las compañías de alimentos.
El tema que nos ocupa hoy, es el de PCA (Peanuts
Corporation of America), que provocó uno de los retiros masivos de productos
contaminados con riesgos de contaminación por Salmonella tiphy en los
Estados Unidos más grande en toda la historia y que afectó a más de 2500 empresas con 16000 productos diferentes. El brote empezó a
finales del 2008 y sus consecuencias y retiros alcanzaron incluso
hasta el mes de Mayo o Junio de 2009.
En otras entradas de este blog, hemos estado desglosando
elementos de los Programas de Operación Estándar de Saneamiento (POES) como el
cimiento crítico para programas de Inocuidad Alimentaria (HACCP y/o ISO22000).
Uno de los aspectos de los POES en combinación con las Buenas Prácticas de
Manufactura, incluye los procesos de verificación y auditoría de las
condiciones sanitarias de la elaboración de los productos procesados en su
empresa. En el caso específico de los clientes que le compraban cacahuates y
mantequilla de cacahuate a esta compañía, que se declaró oficialmente en
bancarrota en Marzo del año en curso, es evidente que ocurrieron las siguientes
fallas:
- No fueron auditadas sus
instalaciones ni sus planes de calidad por los compradores de las más de 2500 empresas afectadas. Es
claro que no era un proveedor certificado.
- Se detectó que la contaminación fue
causada por una infestación de roedores debajo de una de las líneas de
producción. El control de plagas riguroso y estricto es uno de los
elementos más críticos de las Buenas Prácticas de Manufactura y algunas
empresas incluso llegan a considerarlo dentro de sus POES.
- El proceso de verificación y
auditoría de la calidad microbiológica de las materias primas relacionadas
con la ausencia de patógenos,
particularmente Salmonella, presentó una severa falla para que
producto contaminado se haya filtrado a tantas empresas y tantos productos
diferentes.
¿Qué aprendizaje podríamos extraer de este
delicado y bochornoso evento, que ha afectado virtualmente a más del 50% de
todas las empresas que elaboran productos con cacahuate o mantequilla de
cacahuate en los Estados Unidos y que por increíble que parezca, se originó de
una compañía que producía menos del 1% de esas materias primas?
1)
Audite a sus proveedores, tanto con compañías externas
como con elementos de su propia empresa, por lo menos de 2 a 3 veces por año y
si puede con más frecuencia, mejor.
2)
Verifique que su controlador de plagas está
certificado y que su historial con otras empresas ha sido favorable en el
control de fauna nociva, especialmente roedores.
3)
Reconsidere que realizar análisis microbiológicos con
mayor frecuencia, incluyendo para microorganismos patógenos, no es un gasto sino una inversión para que su compañía
produzca alimentos seguros.
4)
Revise que todos sus proveedores cuenten con un plan
sólido de HACCP, POES y BPM y que estén siendo capacitados y entrenados por
instituciones y compañías reconocidas y prestigiadas.
Sirvan las anteriores reflexiones para que en este año 2015 que
acaba de arrancar, a cualquier persona involucrada en sistemas
de calidad e inocuidad alimentaria, le hagan reflexionar y
verificar la solidez de la estructura que sustenta estos importantes
elementos en su empresa.
Por ahora hacemos un pausa.
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